lunes, 11 de mayo de 2009

RESEÑAS - Anne Ducros: Close Your Eyes


ANNE DUCROS
Close your eyes
Anne Ducros (v), Benoît de Mesmay (p, tecl), Sal La Rocca (b), Bruno Castellucci (bat), Toots Thielemans (arm), Sarah Morrow (tb), Benoît Fromanger (fl), Olivier Louvel (g), Minino Garay, Joël Grare (perc.), David El Malek (s).
Paris- mayo del 2002
Dreyfus Jazz FDM 36641-2


Este disco es una sorpresa muy grata; en un primer vistazo, parece otro de esos tantos proyectos en los que una cantante, que puede ser más o menos buena, con arreglos adocenados y una producción impecable, la emprende con un repertorio formado por standards clásicos y temas pop que aspiran a ese status. Y es exactamente eso: sólo que los arreglos se deslizan siempre dentro de los límites del buen gusto y la calidad, el sonido es discreto y no cae en los énfasis típicos de la batería (como para que suene bien en el coche o en un bar, un vicio muy común en ciertas producciones smooth norteamericanas) y Anne Ducros es dueña de una voz excepcional y, especialmente, de una expresividad versátil, madura y afiatada. Entonces, lentamente, todos los temores van cayendo y este disco invita directamente al disfrute. El repertorio es un poco obvio, con temas que ya son insignia clásica de toda cantante que se precie (como el ya cansador "Lately", de Stevie Wonder, acá en una versión muy bien cantada pero, por desgracia, con la invasiva armónica de Toots Thielemans), "Blackbird" de The Beatles, que ya en su momento resignificó Brad Mehldau como standard de jazz y que acá recibe un tratamiento entre percusivo y tropical que recuerda mucho a los arreglos de Cassandra Wilson y que viene con un scat de la Ducros muy defendible. Hay también standards tradicionales y más ejemplos pop de Ivan Lins y Christine McVie. No todos los momentos del disco son memorables, por otra parte, y quizá lo más criticable sea, finalmente, el repertorio, con predominancia absoluta de canciones cantadas en inglés en lo que parece una movida de mercadotecnia. Justamente, lo mejor, la canción en la que Anne Ducros se mueve con la familiaridad de los objetos queridos y recuperados y donde las inflexiones jazz subyacen a una interpretación magnífica de la canción en sí, es "L'eau a la bouche", del genial Serge Gainsbourg.

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