sábado, 12 de diciembre de 2009

RARUM - Lee Wiley - LA VOZ LÍQUIDA


Hay quienes la comparan con Billie Holiday. Se la cita como influencia directa de Peggy Lee, Rosemary Clooney o Dinah Shore. Sin embargo, su nombre nunca estuvo asociado al panteón de las grandes vocalistas de jazz. «Jamás ha recibido el crédito que se merece», dijo de ella Truman Capote. Pero su influencia fue mucho más allá de su rango estilístico o su insoslayable sensualidad: al ser la primera cantante en dedicar un álbum entero al mismo compositor, Wiley inventó lo que se conoció como «songbooks», formato luego popularizado por Ella Fitzgerald. Con ustedes, la misteriosa dama blanca del jazz.

Lee Wiley
Night in Manhattan
Lee Wiley (voc.); Bobby Hackett (t); Joe Bushkin, Stan Freeman, Cy Walter (p).
Nueva York, 1950


Lee Wiley nació en 1908. Lee Wiley nació en 1915. Lee Wiley nació en 1910. Era descendiente directa de una princesa cherokee, a lo que debía su altiva y letal belleza, su mote de «Pocahontas» y su carácter monárquico. Huyó de su casa en la década del ’20 para ir a Nueva York y volcarse al jazz. A principios de la década siguiente, la caída de un caballo la dejó ciega, pero recuperó la vista y tanto ese accidente, como un roce con la tuberculosis, interrumpieron su carrera musical pero no la anularon. Todos, al parecer, querían casarse con ella, incluído Artie Shaw, quien, con ocho bodas a sus espaldas, le propuso matrimonio a Lee. Ella, a la sazón con dos ex maridos, se rehusó. Trabajar con Lee Wiley era difícil y conflictivo; trabajar con Lee Wiley era una maravilla. Era alcohólica, y condenaba manifiestamente las adicciones de otros músicos. Era orgullosa a un extremo. Daba tanta importancia al poder de su belleza que la presunta declinación de ésta fue una de las razones de su retiro a partir de la década de los sesenta.

La biografía de esta misteriosa cantante es (como su voz) líquida, fluye sinuosa entre los hechos y la fantasía, entre las leyendas promocionales y los adjetivos de incondicional admiración por su voz y su belleza (cabello del color del trigo, piel olivácea) que la salpican. Entre la buena cantidad de «oportunidades doradas» que perdió por su carácter o su integridad, destaca un acontecimiento: su renuncia a formar parte de uno de los programas radiales más importantes del momento por la negativa de los productores de incluir al compositor Victor Young, quien era en esa época su compañero sentimental y profesional.

En 1939, Wiley grabó un «álbum» (ocho «lados» de 78 rpm) dedicado íntegramente a Gershwin. Su éxito la instó a hacer lo propio con Cole Porter en 1940, el tándem Rodgers & Hart en 1940 y 1954, Harold Arlen en 1943 y el dúo compositivo Youman-Berlin en 1951, creando en los hechos lo que luego se conoció como songbooks o cancioneros, ese formato tan popularizado por Ella Fitzgerald. En el medio, grabó Night in Manhattan, un disco de 10 pulgadas (un formato intermedio y desaparecido, más pequeño que el LP que conocemos) con ocho canciones, algunas clásicas, como Manhattan de Rodgers & Hart, otras menos conocidas, como Any time, any day, anywhere, de la que ella compuso la letra. Aparecido en innumerables compilaciones, este disco, en la que Wiley canta acompañada de Bobby Hackett y Joe Bushkin, forma el centro de la edición que nos ocupa, a la que se le añadieron cuatro temas más con un dúo de pianistas, Stan Freeman y Cy Walter. Para muchos su mejor disco, Night in Manhattan es perfecto en los ocho temas originales, que suenan, a la vez, deliciosamente anticuados y profundamente sensuales, con una voz que puede ir de la ronquera insinuada al vibrato más rancio, y que expresa una extraordinaria densidad de significados en prácticamente cada nota. La trompeta de Hackett la acompaña con la dosis justa de discreción y protagonismo, y en este marco Wiley llega incluso a insinuar un tono cool, una sutil ironía, que le va perfecto. Los temas con el dúo de pianistas no están a la misma altura; en cualquier caso, Night in Manhattan es hoy tal vez la mejor opción para sortear el bache de la ignorancia e impregnarse de Lee Wiley, la Greta Garbo del jazz, como se ha dicho por ahí.

1 comentario:

Renata dijo...

mi cantante favorita y muy adecuado todo lo q mencionas de ella, se nota q tienes conocimiento de su biografía pues dijiste cosas q sólo los q somos fans sabríamos, pero no estoy de acuerdo en eso q era "alcohólica" pues sí, ella pasaba gran cantidad de tiempo en bares y lugares por el estilo pero jamás se supo oficialmente de q haya tenido un problema con el alcohol que le afectara su vida personal. Por cierto, sé de buena fuente q la fecha de su nacimiento es 1908. Gracias por escribir de Lee!