sábado, 11 de agosto de 2007

“¿Qué es el swing? ¿Y tú me lo preguntas?”


Buddy Rich
Argo, Emarcy and Verve Small Groups Buddy Rich Sessions


Antes de las primeras grabaciones de esta fascinante antología Buddy Rich ya había destronado a Gene Krupa como el mejor baterista de jazz de todos los tiempos lo que, sumado a esa improbable anécdota de que su ingreso en el mundo del espectáculo se produjo cuando apenas tenía un año y medio en el show de vaudeville de sus padres, le dan a su historia y a su obra una pátina demasiado legendaria y hollywoodense, de ésas que suelen diluir, en recelos y sospechas, cualquier gran obra. Famoso también por su mal genio (de hecho, circulan en internet grabaciones de sus insultos a los músicos) y por haber sostenido con éxito big bands en una época en que parecían una elefantiásica reliquia del pasado, Buddy Rich se forjó una reputación de baterista casi excesivamente virtuoso, poderoso, rocambolesco, y ajeno a las sutilezas. Esto último, al menos, se desmiente una y otra vez a lo largo de estas sesiones. La primera, grabada en 1953 al frente de los «Buddy Rich All Stars», con una formación ideal (Sweets Edison y Benny Carter, entre otros), empieza con una fuerza y una calidad insuperables. Tanto los standards, que amenazan, pero no llegan a ser, vehículos de exhibiciones de destreza, como esas composiciones de Rich que parecen tan sólo una excusa para hacer música pero que también tienen riffs melódicos muy interesantes (Me and My Jaguar, Just Blues y otros, editados en su momento con el título de The Swinging Buddy Rich) son un ejemplo de una banda que parece un mecanismo de relojería y, al mismo tiempo, una definición tautológica, por perfecta, del swing. El swing es esto, parece decir cada uno de los acordes.


Ese primer disco es un buen resumen y declaración de intenciones swing. Hay piezas con otra, ligeramente distinta «All Stars», y luego tres temas extensos del «Buddy Rich Ensemble», con Oscar Peterson, Thad Jones y Joe Newman (parte del disco The Wailing Buddy Rich y de Sing and Swing with Buddy Rich), todos con un papel fundamental en los solos. La trompeta dulce y penetrante de Edison, ausente de este último «Ensemble», es, sin embargo, parte fundamental del sonido general de la caja. Regresa con el «Buddy Rich Quintet», esta vez acompañado de Sonny Criss, para coquetear con el bebop en temas como «Sonny and Sweet» o «The Two Mothers» y en un segundo «Quintet» sin saxo y con la guitarra de Barney Kessel, en una sesión de 1955 que en su momento se editó como Buddy and Sweets y que ocupa gran parte del disco dos de la caja. Count Basie es otro de los fantasmas que sobrevuelan esta caja y se instala en el homenaje This one’s for Basie, de la «Buddy Rich Orchestra», once músicos con Marty Paich en los arreglos que ocupa casi todo el disco tres y es un buen ejemplo de la fuerza arrolladora de Rich al frente de una (casi) big band. Más interesante es lo que el «Buddy Rich Quartet» hace con Basie en la sesión del disco Buddy Rich in Miami (aquí en el disco 4): Flip Phillips, Ronnie Ball y Peter Ind corren detrás de Rich, que sostiene a puro ritmo un swing preciso y poderoso. Y mucho más interesante aún es el «Buddy Rich Septet», con los impresionantes Mike Mainieri y Dave McKenna entre otros. Empezando con el inédito «Pent-up House» de Sonny Rollins, donde Rich hace un solo exuberante y prolífico en matices, lleno de sutileza y guiños, el septeto vira hacia el bebop, con temas de Gillespie y Monk, entre otros. Y es aquí donde esta caja de Mosaic revela toda su gloria, donde deja de ser una exhaustiva antología de un baterista para convertirse en un pedazo fundamental de los movimientos en el jazz que de una u otra manera están atravesados por el swing, tanto en su definición más simple como en su versión más densa y compleja. Es en este disco IV y en el V, en el pasaje del cuarteto al septeto, donde la historia crece y se ramifica. Las mismas sesiones del septeto, apenas dos días de abril de 1960, ocupan la primera parte del disco V y fueron, en su momento, el LP The Driver. Mientras en «A Night in Tunisia» y en menor medida en «Straight No Chaser» encontramos al Rich incontenible, que parece no poder dejar de correr, el tema «Astronaut» de Ernie Wilkins se destaca por el solo de McKenna y por el papel subsidiario pero a la vez sutilmente omnipresente que se reserva Rich. Esa sutileza vuelve en la segunda parte de este disco, a cargo de la formación «Buddy Rich and his Buddies». Si Edison domina los primeros de estos discos, sobre el final la presencia fundamental es la de Mike Mainieri, que dobla como arreglista y que tiene un papel casi protagónico en «Misty» y en la aceleradísima «Cheek to Cheek», mientras que entre los otros «Buddies» (en realidad tres formaciones ligeramente distintas para sesiones entre octubre de 1960 y enero de 1961) destaca Sam Most en clarinete, flauta y saxo. Algunos de los temas a cargo de los «Buddies» se editaron en el LP Playmates y otros que están mayormente en el sexto de estos discos,como la veloz y multirrítmica «The Surrey with the Fringe on Top», están inéditos, aportando el valor añadido de esta caja.

Con algunos agregados, el último disco, a cargo de «Buddy Rich ans his sextet» incluye el CD Blues Caravan (comentado por Carlos Sampayo en el número 94 de CDJ). El disco se abre con un solo de Rich iracundo y contundente, en un hard-bop duro de Horace Silver, con una cuasi violencia be-bop a la que no tardan en sumarse el vibráfono de Mainieri y la notable flauta de Sam Most, cuya presencia en este disco debería dar lugar a una exploración en profundo de su obra. «Caravan» tiene un comienzo similar pero la atmósfera es menos recargada y el disco crece en sutileza ellingtoniana. Este tema es otro de los que pueden servir para resumir el disco: el swing como estrella de múltiples significados, con prisa y con pausa, pero siempre como una fuerza propulsora, como una representación más terrenal y asociada al placer de ese motor semoviente del que hablan algunas teologías.


Buddy Rich (bat, v); Harry “Sweets” Edison, Thad Jones, Joe Newman, Pete Candoli, Conrad Gozzo, Markie Markowitz, Don Goldie, Rolf Ericson, (t); Milt Bernhart, Frank Rosolino, Bob Enevoldsen, Willy Dennis (tb); Benny Carter, Sonny Criss (sa); George Auld, Tom Brown, Ben Webster, Frank Wess, Bob Cooper, Flip Phillips, Seldon Powell (st); Bob Lawson, Bob Poland (sb); Buddy Colette (sb, fl); Jimmy Rowles, Gerald Wiggins, Oscar Peterson, Ronnie Ball, Dave McKenna, John Morris (p); John Simmons, Joe Comfort, Joe Mondragon, Peter Ind, Earl May, Richard Evans, Wyatt Ruther (b); Freddie Green, Barney Kessel, Bill Pittman, Wylbur Wynne (g); Mike Mainieri (vib, marimba, arr.); Sam Most (cl, fl, sa); Vince Marino (perc.); Marty Paich, Ernie Wilkins (arr.)

Los Angeles, Nueva York, Miami y Chicago entre 1953 y 1961

Mosaic B0006063-02 (7 CD)


Reseña publicada en Cuadernos de Jazz

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